DEFINICIÓN DEL ABUSO DEL ALCOHOL

30.05.2013 16:42

Definición de abuso de alcohol

Se define abuso de alcohol como un uso repetido que produce consecuencias negativas. Para que se considere abuso se debe presentar al menos una de las siguientes consecuencias:

   1. consecuencias a nivel escolar, académico o laboral (no poder rendir al nivel normal en el colegio o el trabajo por haber usado alcohol)

   2. a nivel físico (uso de alcohol cuando es peligroso, como conducir un vehículo o usar maquinaria peligrosa)

   3. a nivel legal

   4. a nivel social o interpersonal (irritabilidad con los padres, peleas con amigos, pérdida de relaciones sociales, etc).

Los adolescentes pueden tener problemas serios con el alcohol aunque no desarrollen “dependencia” al alcohol (la dependencia al alcohol es lo que se conoce como alcoholismo, pero el abuso también crea problemas). Los adolescentes con alto riesgo de desarrollar abuso de alcohol incluyen aquellos con historia familiar de abuso de alcohol, adolescentes con depresión, o con autoestima baja, o aquellos que no se sienten aceptados en su grupo. Las drogas de las que los adolescentes abusan con más frecuencia son legales como el alcohol o el tabaco, o ilegales como la marihuana.

El uso de alcohol produce primero una sensación agradable de euforia y disminución de la ansiedad, lo que puede “ayudar” al adolescente tímido a “romper el hielo” en un grupo de amigos, ya que disminuye el miedo a hacer el ridículo. Generalmente es más probable hacer el ridículo si se ha bebido alcohol, pero uno no se da cuenta. Son especialmente vulnerables aquellos adolescentes con ansiedad social o timidez excesiva. Cuando el nivel de alcohol en sangre sube, aparecen cambios en el comportamiento como desinhibición (lo que puede producir comportamientos sexuales o violencia), labilidad emocional (tristeza, euforia o irritabilidad), y disminución de la capacidad de juicio (infraestimación de los riesgos, creerse invencible). También afecta a la coordinación motora y los reflejos, produciendo riesgo de accidentes de tráfico. Finalmente produce dificultad al andar, alteración en el habla, pensamiento enlentecido, disminución de la atención, somnolencia, pérdida de la consciencia, y coma. Al volver a bajar los niveles de alcohol se producen temblores, sudoración, náusea, vómitos, taquicardia, y dolor de cabeza.

 

 

 

 

ha sido considerado en el pasado un síntoma de estrés social o psicológico, o un comportamiento  inadaptado. El alcoholismo ha pasado a ser definido recientemente, y quizá de forma más acertada, como una enfermedad compleja, con todas sus consecuencias. Se desarrolla a lo largo de años, los primeros síntomas, muy sutiles, incluyen la preocupación por la disponibilidad de alcohol, lo que influye poderosamente en la elección por parte del enfermo de sus amistades o actividades. El alcohol se está considerando cada vez más como una droga que modifica el estado de ánimo, y menos como una parte de la alimentación, una costumbre social o un rito religioso. Se caracteriza por una dependencia emocional y a veces orgánica del alcohol, y produce un daño cerebral progresivo y finalmente la muerte.

Efectos del alcohol

El alcohol produce múltiples problemas físicos y psicológicos aunque se tome “sólo los fines de semana”.  Como tiene efecto directo sobre el cerebro reduce la concentración y los reflejos, afectando el rendimiento escolar del adolescente.  También produce síntomas físicos ya que afecta al hígado y al estómago, aumenta el riesgo de muerte o invalidez por accidente de tráfico, y aumenta el riesgo de contactos sexuales precoces y así los embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual. Además, si el alcohol se usa como forma de disminuir la ansiedad social, el adolescente se acostumbra a manejar su ansiedad y sus problemas utilizando alcohol, y no aprende a resolverlos por sí mismo.  Por ello el alcohol detiene o retrasa el desarrollo psicológico normal del adolescente.

El alcohol es una sustancia con un efecto sobre el cerebro que produce una respuesta en los circuitos del placer afectando los neurotransmisores. Actúa de forma parecida a como lo hacen los tranquilizantes (como el valium® y otras pastillas para dormir), pero con un efecto más rápido. El uso repetido intermitente, y la búsqueda del efecto placentero producen cambios en el cerebro que perpetúan el uso y pueden desembocar en el abuso y la dependencia

La adolescencia es una época de la vida en la que se experimenta con alcohol y drogas, en parte porque los adolescentes no ven la conexión entre sus acciones presentes y las consecuencias futuras. También tienen tendencia a sentirse indestructibles e inmunes ante los problemas. El uso temprano de alcohol o tabaco aumenta el riesgo del uso posterior de otras drogas. Algunos adolescentes experimentan un poco y dejan de usar alcohol, o lo usan ocasionalmente sin tener problemas significativos. Sin embargo otros desarrollan abuso del alcohol, causando daños significativos a ellos o a otros.

Alcohol en la Juventud

El alcohol es una de las drogas, que por su fácil acceso y su poderosa propaganda que recibe por medio de carteles publicitarios, televisión, anuncios en revistas..., se ha convertido en un verdadero problema social en casi todos los países y en todas las edades a partir de la adolescencia. El alcohol es la droga que más consumen los jóvenes de hoy en día.

Quizás muchos jóvenes que beben solo los fines de semana piensan que mientras no se conviertan en alcohólicos típicos, las consecuencias de beber frecuentemente y en altas dosis no son tan alarmantes o preocupantes, pero los estragos del alcohol pueden ser graves y muchos de ellos irreversibles. El alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva y a menudo mortal. Por eso habría que intentar enseñar o mostrar a los jóvenes los problemas que pueden tener por consumir alcohol aunque no sean bebedores habituales.

 

 

 

Factores de Riesgo en la familia

   1. Ambientes familiares caóticos o con abuso de alcohol o drogas en los padres, o padres con un trastorno psiquiátrico

   2. Problemas serios en la educación de los hijos por los padres en niños con temperamentos difíciles o problemas de conducta

   3. Falta de vínculo afectivo entre hijos y padres, y falta de cariño

Factores de riesgo en el colegio

   1. Comportamiento excesivamente tímido o agresivo del niño en clase

   2. Fracaso escolar

   3. Incapacidad para manejar situaciones adversas (no saber decir no)

   4. Amistades con otros chicos con problemas de conducta o legales

   5. Consentimiento implícito o tolerancia al uso de alcohol en el colegio, los amigos, o la comunidad

   6. Disponibilidad y tolerancia al uso de alcohol en el barrio, y la creencia de que el uso de alcohol es inofensivo aumentan el número de jóvenes que empiezan a usarlo.

Factores Protectores:

   1. Lazos fuertes con la familia

   2. Los padres que están al tanto de las actividades, aficiones y amistades de sus hijos, y que forman parte de la vida de sus hijos previenen el uso de alcohol por sus hijos.

   3. Éxito académico en los adolescentes

4. Participación y lazos con instituciones sociales como las familias, el colegio, y organizaciones religiosas

Las causas del consumo de alcohol en los jóvenes son varias:

Para sentirse bien.

Para descansar y olvidar el estrés.

Para escapar de la rutina y sus problemas diarios.

Porque les gusta el sabor de las bebidas alcohólicas.

Para estar más a gusto en fiestas.

Para ser parte del grupo y que no le marginen por no beber.

Para emborracharse y pasárselo bien.

 

 

 

Todos estos motivos son los que mueven a la mayoría de los jóvenes a beber. Algunos dicen que para sentirse bien y que a si se pasan un rato de felicidad. Pero para que les sirve, ¿Para huir de sus tristes vidas?. Otros que para olvidar el estrés y descansar. No veo yo que la mejor forma de descansar sea emborrachándose creo que hay mejores formas de descanso y bastante más efectivas además. Estos mismos son los que beben para escapar de la rutina y sus problemas diarios, ósea que se refugian en el alcohol como salvación. Cuando lo único que puede pasar por recurrir al alcohol es que esos problemas vayan en aumento y que cada vez sean peores ya que se une el problema del alcoholismo. Posiblemente la mayoría de las personas adultas que beben se porque les gusta el alcohol, esto no traería problemas si se consumiera de una manera moderada. Las tres últimas razones de las que hemos dado por las que los jóvenes beban van casi parejas. En la sociedad actual algunos jóvenes que no quieren beber cuando en su grupo se bebe y se organizan botellones para celebrar cumpleaños o cosas del estilo y ellos rechazan beber, porque realmente saben los problemas que acarrea el beber. Los demás a veces le apartan del grupo incluso les marginan poro no beber, porque les ven como gente rara que no saben de la vida o que no saben divertirse. Y este también es un grave problema el pensar que solo te vas a divertir si bebes o si te emborrachas. Y a quien hubiera que apoyar mas es a esos jóvenes que rechazan esas maneras de divertirse porque realmente son valientes de afrontar un grave problema que tiene la sociedad.

 

Síntomas del abuso de alcohol en adolescentes

Los padres deben saber que el alcohol produce unos síntomas durante la intoxicación y otros durante el periodo de abstinencia. Las señales principales del abuso de alcohol en adolescentes son:

 * Físicas: fatiga, múltiples quejas sobre la salud física, ojos enrojecidos y con un brillo característico, vómitos.

  * Emocionales: cambios en la personalidad, cambios bruscos de humor, irritabilidad, comportamientos irresponsables y arriesgados, baja autoestima, tristeza o depresión, desinterés general en actividades que antes les gustaban

    * Familiares: riñas más frecuentes, desobediencia de las normas, mentiras repetidas, estar retraído o no comunicarse con la familia, secretos excesivos (respecto a amigos, sitios donde van, no poder entrar en su habitación, etc)

    * Escolares: disminución del interés por el colegio, actitud negativa, no ocuparse de hacer los deberes, disminución de las calificaciones, ausencias dl colegio, problemas de disciplina

    * Sociales: amigos nuevos a los que no les interesan las actividades normales de la familia y el colegio, problemas con la ley, cambio hacia un estilo poco convencional de vestir o de gustos musicales, tatuajes o piercings excesivos.

 

 

 

 

 

 

Algunas de éstas señales de aviso pueden indicar otros problemas. Los padres deben reconocer que existe un cambio en el comportamiento, humor, relaciones, rendimiento escolar, y hábitos de su hijo o hija. Se debe hablar con sinceridad y claridad con los hijos sobre nuestra preocupación sobre su posible uso de alcohol. No nos debe tranquilizar una respuesta negativa si no se encuentra una causa al cambio de comportamiento. Una respuesta airada o frases como “no confiáis en mi”, “me estáis espiando”, ante nuestras preguntas indican un excesivo recelo del adolescente y deben inducir sospechas. Una vez que se sospecha abuso de alcohol, debe realizarse una visita al médico de cabecera, que realizará una evaluación. Existen también sistemas para la detección de alcohol en el aliento que se pueden tener en casa para hacerse por sorpresa. Si se confirma el abuso de alcohol deberán acudir a un especialista.

Evaluación por el especialista

Al evaluar al adolescente se explora si hay problemas en casa, en el colegio, historia de abuso físico, sexual, o psicológico, si el adolescente corre riesgos excesivos (no usa casco en la moto…) o tiene muchos accidentes, si tiene dificultades con los amigos, si tiene una mala imagen de él mismo, qué tipo de actividades de ocio tiene, si tiene contactos sexuales precoces, o si ha amenazado con hacerse daño o suicidarse.

Los padres deben estar un poco al tanto de estos aspectos en sus hijos para detectar los problemas pronto. Una de las características más frecuentes del abuso de alcohol es la negación tanto por el propio adolescente como de los padres, aunque a veces haya signos, estos se ignoran o se minimizan (En la consulta oímos cosas como: “solo ha ido una vez a urgencias intoxicada”, “sólo bebió tres o cuatro vasos de whisky mezclado con refresco”, “le sentó mal la bebida porque estaba fría”, “se emborrachó porque no tiene costumbre”, “va con malas compañías”, “eran fiestas en el pueblo”…).  Esto es una defensa lógica de los padres porque el tema es demasiado duro, pero deben retirarse los secretos y hablar del tema abiertamente.

Las personas con antecedentes familiares de alcoholismo tienen mayor probabilidad de empezar a beber antes de la edad de 16 años y de volverse alcohólicas como mayor facilidad. Pero cualquier persona que empieza a beber en la adolescencia está en mayor riesgo de caer también. Bebiendo temprano también aumenta en riesgo para el abuso de otras drogas como las que mas adelante hablaremos. Duele mucho que el alcohol, que puede decirse que es la peor droga, se difunda tanto en los medios de comunicación social y que se estimule tanto a las personas para que tomen alcohol. También es lamentable que el alcohol en los medios de comunicación se anuncie como algo que es necesario para tu vida con anuncios que te invitan a consumir. Y que intentan mostrar que tomando su líquido serás mejor persona, o por lo menos alguien más interesante.

Este consumo desmoderado no también hace mucho daño a la sociedad en general creando ya desde la juventud gente que va a aportar muy poco a la sociedad. Ya que bastante tienen con el problema que se les echara encima a medida que vayan creciendo. En las familias donde existe un alcohólico, sea el padre, la madre o un hijo, se sufre y se derraman muchas lágrimas. Esto de tener un alcohólico no solo se llora si no que puede que halla familias que nunca más se recuperen y salgan para adelante.

Las consecuencias del alcohol pueden llegar a ser graves: sobredosis, accidentes y violencia, problemas médicos, cardiopatía, aumenta los riesgos de cáncer, trastornos mentales y neurológicos, infecciones, diabetes, malnutrición, efectos psicológicos sobre los niños, etc.

 

 

 

La juventud tiene que defenderse de la terrible plaga del alcohol que azota a la sociedad.

Y si todos ponemos un poco de ganas y como ya dijimos antes no cerramos los ojos y miramos hacia otro lado como pensando que este problema no es nuestro y que a nuestros hijos no les pasa, porque son chicos buenos en casa, estamos muy equivocados. Y es que muchos padres no conocen de verdad a sus hijos y no saben lo que hacen cuando salen por la puerta de casa. A si que este es un problema que empieza dentro de la propia familia de cada de uno y desde ay es donde ay que empezar a solucionarlo, cuando los chicos son jóvenes, poro que una vez que han crecido metidos en el alcoholismo ya no se puede solucionar. A si que muchos padres que empiecen abrir los ojos antes de que sea demasiado tarde

. Además, la adolescencia es un periodo especialmente vulnerable para el consumo excesivo de alcohol, ya que aumenta la independencia de los padres y se imitan actitudes y comportamientos de los adultos. El adolescente también tiende a intentar “romper las reglas” establecidas e ir en contra de los padres, y a veces lo hace usando alcohol de forma excesiva y peligrosa. Debido a que el inicio del uso del alcohol es tan temprano, los programas de prevención deben empezarse en el colegio, en los cursos de primaria.

Se ha comprobado que cuanto menos peligrosa crea el adolescente que es una bebida o una droga, más pronto se iniciará su uso. Por ello es importante que los niños conozcan los peligros del alcohol a cualquier edad, y evitar decir cosas como “tu aún eres pequeño para beber”, o “cuando seas mayor podrás beber”. Hay que recordar que la cerveza, la sidra, el vino y los licores todos tienen alcohol, y sólo se diferencian en la concentración, y que si se mezcla el ron o whisky con refrescos no se reduce la cantidad de alcohol, es decir, que si cuatro chicos se beben 1 litro de ron mezclado con 2 litros de cola en 2 horas, se beben ¼ de litro de ron cada uno. Es importante que la sociedad no idealice el abuso de alcohol y que no sea aceptado ni tolerado como a veces sucede en la TV o en canciones rock, que tienen mucha influencia en los jóvenes. Tampoco hay que extender la idea falsa de que “todos los chicos lo hacen”. La tarea educativa de prevención se debe hacer desde la familia y el colegio, pero también desde la sociedad en general y los medios de comunicación.