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CUAL DEBE SER LA ACTITUD ADECUADA CON UN ADICTO
30.05.2013 16:39
¿Cuál debe ser la actitud adecuada ante un ADICTO?
(Relacional, Alcoholismo, Drogadicción)
QUE ES LA CODEPENDENCIA?
La codependencia se define como el ciclo de patrones de conducta, y pensamientos disfuncionales, que producen dolor, y que se repiten de manera compulsiva, como respuesta a una relación enferma y alienante, con un adicto activo o en una situación de toxicidad relacional.
La codependencia es un grave problema que deviene de estar obsesivamente involucrado en los problemas de un adicto. Los codependientes se caracterizan por estar tan preocupados y absorbidos en tratar de rescatar, proteger o curar al adicto, que encaminan sus propias vidas hacia el caos, en el proceso. El adicto tiene una adicción a algún alterador del estado de ánimo, mientras que el codependiente tiene una adicción al adicto. La codependencia, fenómeno habitualmente observado entre los miembros de la familia (padres, cónyuges, hermanos) de los adictos, debe distinguirse de la respuesta normal ante una crisis temporal de las personas que se preocupan auténticamente por el adicto y tratan de brindarle ayuda, aunque a menudo sin éxito. La codependencia se produce cuando la ayuda tiene el efecto contraproducente de lesionar tanto al "ayudador" como al adicto, pero el que ayuda persiste igualmente en su conducta. Los codependientes quedan atrapados en un círculo vicioso. Es un circuito adictivo en que los esfuerzos bien intencionados de ayudar no hacen sino perpetuar el problema al facilitarle las cosas al adicto, aunque todas las alternativas parezcan ser más atemorizadoras o lesivas.
Quiénes desarrollan Codependencia?
La codependencia puede ocurrir en cualquier persona que está en contacto con la adicción de otra persona, ya sea un familiar, amigo, compañero, pareja o cliente que sufra de adicción. Además existen otros desordenes de conducta y enfermedades que pueden generar codependencia, tales como la esquizofrenia, la violencia, el maltrato y las neurosis. Toda persona expuesta a estos desórdenes, puede desarrollar codependencia.
Muchas veces alguien que ha desarrollado codependencia por crecer en una ambiente disfuncional adictivo, no manifiesta grandes síntomas hasta que se casa o forma una relación de pareja. Por otro lado, con mucha regularidad las hijas de adictos, terminan casándose con otros adictos, aún sin que esto sea una decisión consciente.
Cuáles son los síntomas de la Codependencia?
La codependencia se caracteriza por una serie de síntomas tales como:
1.- Dificultad para establecer y mantener relaciones intimas sanas
2.- Congelamiento emocional
3.- Perfeccionismo
4.- Necesidad obsesiva de controlar la conducta de otros
5.- Conductas compulsivas
6.- Sentirse sobre responsable por las conductas de otros
7.- Profundos sentimientos de incapacidad
8.- Vergüenza tóxica
9.- Autoimagen negativa
10.- Dependencia de la aprobación externa
11.- Dolores de cabeza y espalda crónicos
12.- Gastritis y diarrea crónicas
13.- Depresión
Estos síntomas se presentan primero en la relación enferma que produce la tensión, pero luego se transfiere a las demás relaciones del codependiente.
Disfunción Familiar
Las relaciones familiares y la comunicación se van haciendo cada vez mas disfuncionales, debido a que el sistema familiar se va enfermando progresivamente. La comunicación se hace más confusa e indirecta, de modo que es mas fácil encubrir y justificar la conducta del adicto. Esta disfunción se va convirtiendo en el estilo de vida familiar y produciendo en muchos casos el aislamiento de la familia de los contactos sociales cotidianos. Las reglas familiares se tornan confusas, rígidas e injustas para sus miembros, asi como los roles de cada miembro familiar que se van distorsionando a lo largo del proceso de avance de la adicción. Todos los miembros de la familia se afectan de este sistema de reglas disfuncionales, y es allí, donde los niños van formando su carácter codependiente, que puede facilitar el desarrollo de adicciones o de relaciones enfermas en el futuro.
Los siguientes son rasgos de codependencia:
1. En la codependencia, el principal móvil de la conducta de un individuo está determinado por el adicto, y no por él mismo. El codependiente vive reaccionando ante el adicto, más que actuando por propia iniciativa.
2. La codependencia es una adicción en sí misma. El codependiente se ha vuelto adicto a la persona adicta, así como ésta se ha vuelto adicta a la droga o actividad alteradoras del estado de ánimo. La codependencia tiene los mismos síntomas que otras adicciones: obsesión, pérdida de control sobre la conducta, persistencia en la conducta codependiente pese a sus efectos negativos y negación de que la conducta de uno constituya un problema.
3. La codependencia, como otras adicciones, es progresiva. A menos que se la trate, se agrava.
4. El mayor riesgo de incurrir en la codependencia lo corren los individuos que ya sufren de una falta de autoestima y que buscan a través del adicto (o de otras personas, en general) confirmar su propio valor. Los hijos de adictos, así como los que han sido objeto de abuso sexual o físico, son los principales candidatos a desarrollar problemas de codependencia.
5. La codependencia es fomentada, en cierta medida, por nuestra cultura. La esposa que se ocupa de reparar los daños provocados por su marido alcohólico, por ejemplo, encubriendo el problema, a la vez que mantiene económica y emocionalmente unida a la familia, suele merecer la admiración de otros familiares y amigos. La gente puede decir de ella: "¡Es una santa!". Su ilusión adictiva de ser todopoderosa y tener todo bajo control contribuye a apuntalar su propia y endeble autoestima.
El adicto y el codependiente: adicciones paralelas.
Codependiente. Elude sentimientos dolorosos al centrarse en el adicto.
Adicto. Elude sentimientos dolorosos al usar una droga o actividad.
Codependiente. Sus estados de ánimo dependen de la conducta del adicto.
Adicto. Sus estados de ánimo dependen de los efectos de la droga.
Codependiente. Emplea de forma creciente la negación para mantener la creencia ilusoria de que "todo está bien".
Adicto. Emplea de forma creciente la negación para mantener la creencia ilusoria de que su uso de la droga está "bajo control".
Codependiente. Desarrolla tolerancia a la conducta del adicto; lo que antes le resultaba chocante ahora le parece normal y tolerable.
Adicto. Desarrolla tolerancia a la droga; cada vez requiere más cantidad para obtener el mismo efecto.
Codependiente. La conducta y los asuntos del adicto se convierten en una preocupación absorbente.
Adicto. Conseguir y usar la droga se convierte en una preocupación absorbente.
Codependiente. La obsesión con el adicto lo lleva a aislarse y distanciarse cada vez más de otras personas.
Adicto. La obsesión con la droga lo lleva a aislarse y distanciarse cada vez más de otras personas.
Codependiente. La vida se le vuelve ingobernable; pierde control sobre sí mismo y su conducta a medida que la conducta del adicto se convierte en una obsesión.
Adicto. La vida se le vuelve ingobernable; pierde control sobre su uso de la droga a medida que la droga o actividad se convierte en una obsesión.
Datos acerca de la enfermedad adictiva:
1. La adicción es una enfermedad. Se la puede describir, tiene síntomas específicos, es crónica y progresiva.
2. Sus principales síntomas son: a) apetencias y actos incontrolados por el alterador del estado de ánimo, b) pérdida de control sobre su uso, c) persistencia en el uso, pese a sus consecuencias adversas, y d) negación del problema.
3. La adicción no es resultado de una debilidad moral o una falta de fuerza de voluntad.
4. Como la adicción es una enfermedad, emplear argumentos razonables o lógicos frente a la persona adicta casi nunca sirve para convencerla de que deje la droga.
5. El adicto es incapaz de controlar la enfermedad. Por consiguiente, no es cierto que "podría dejar la droga si realmente lo quisiera". Creer esto es como creer que una persona podría dejar de tener cardiopatía o diabetes "si se lo propusiera".
6. La adicción afecta al usuario física y psicológicamente y en su conducta (pérdida de energía, cambios de humor, pérdida de autoestima, alteración de los valores). Estos efectos deben ser contemplados como parte del proceso de la enfermedad.
7. El adicto no es responsable de tener la enfermedad adictiva, pero es responsable de su conducta y su recuperación.
8. La enfermedad de la adicción es como una alergia no tratada. Estará siempre latente y la exposición al "alérgeno" producirá una reacción predecible.
9. La adicción dura toda la vida. Pero puede ser frenada, en tanto el adicto se abstenga de todo alterador del estado de ánimo.
10. La recuperación es posible, por lo tanto, con la abstención y un cambio de actitud, de estilo de vida y de conducta.
Cómo tratar con el adicto activo:
1. Recuerde que usted no es culpable de la enfermedad del adicto. Autoinculparse por otro priva a esa persona del derecho de hacerse responsable de sí misma, y esto facilita su adicción.
2. La enfermedad del adicto escapa a su control. Usted no sólo no la causó, sino que tampoco puede curarla.
3. No haga por el adicto lo que el debe hacer por si mismo. No puede pasar los malos ratos por él, o librarle de los problemas antes de que él comprenda su gravedad y sus consecuencias, y así animarse a solucionarlos. A la única persona a quien puede cambiar o ayudar es a sí mismo. Usted es responsable de su propia conducta.
4. El adicto puede no buscar ayuda hasta que el dolor que le ocasiona consumir la droga se le vuelve más difícil de soportar que el dolor de no consumirla. Por lo tanto, no lo encubra, no le ponga excusas, no lo rescate cuando se mete en líos, no se haga cargo de sus cuestiones legales, no pague sus deudas.
5. Esto no significa que usted tenga que dejar de interesarse en el adicto, ni dejar de quererlo. Desligarse con afecto no es un acto de egoísmo. Le da al adicto la oportunidad de hacerse responsable de sí mismo, y en esto reside su única esperanza de recuperarse.
6. No busque, ni esconda, ni tire provisiones o recordatorios de la droga. El adicto se limitará a conseguir más. Tratar de mantenerlo alejado de otros usuarios tampoco servirá de nada. Es él quien debe hacerlo.
7. No utilice la culpa con el adicto; tampoco da resultado. "Si me quisieras de verdad, dejarías la droga", sólo sirve para aumentar la culpa del adicto, lo que luego puede ser usado para justificar su uso de la droga.
8. Determine cómo vivirá usted y cuáles serán sus fronteras. Fije límites con el adicto y aténgase a ellos. "No te prestaré ni te daré dinero" es un ejemplo de un límite apropiado a fijar con un deudor incontrolado, un drogadicto o un alcohólico. No pierda su tiempo en sermonear o regañar al adicto. Es posible que él ya haya oído todo lo que usted le va a decir. Puede ser que acepte una parte, pero el resto no lo tomara en cuenta y se corre el peligro de que aumente en el la tendencia a mentir, o que le haga promesas que de ninguna manera cumplida.
9. Recuerde que la adicción de su pariente no es un signo de debilidad o deshonra familiar; puede suceder en cualquier familia, como cualquier otra enfermedad.
10. No apele a la idea de “si tu me quisieras no seguirías haciéndolo”, porque el consumo en el adicto es un acto compulsivo y no puede ser controlado simplemente por una decisión voluntaria. Tales reclamaciones aumentan innecesariamente el sentido de culpabilidad del paciente que, por otra parte, las considera tan absurdas como si le dijera “si me quisieras no tendrías diabetes”.
11. . Trate de no emplear amenazas a no ser que haya pensado bien en las consecuencias y este dedicado a afrontarlas. Habrá ocasiones en que estas serán necesarias, como, por ejemplo, cuando peligra la seguridad de los niños. Pero, en general, deben evitarse. si hace una amenaza y luego no la cumple, el familiar adicto llegara a la conclusión de que usted nunca las llevará a efecto seriamente.
Cómo tratar con el adicto en recuperación:
En resumen, el codependiente pierde el control de su propia vida y sus propios límites, e invierte toda su energía en el resto de las personas, tiene una gran necesidad de pertenecer, de ser útil y paga un precio muy alto por ello.
Lo importante es ver que la codependencia es una forma de relación inadecuada y que se puede modificar una vez que el codependiente acepte la ayuda. Esto es una de las partes más difíciles, puesto que el co dependiente dentro del núcleo familiar funciona como el "responsable" y el "bueno". Supuestamente, el único que está "mal" y es el "culpable de todo" frente a la gente es el adicto, por lo tanto hay que "cambiar", "curar", etc. al drogadicto únicamente.
Se ha visto que cuando un adicto entra a un programa de rehabilitación, y la familia (codependientes) participan también en su propio programa de recuperación, las posibilidades de rehabilitación para el adicto y toda la familia se incrementan en forma muy importante. Incluso se ha visto que si el codependiente comienza su rehabilitación, aunque el drogadicto no lo haga, el pronóstico es bueno para la familia.
La familia no produce la enfermedad de la adicción pero sin un programa adecuado la puede prolongar.